El consumo del clonazepam para tratar la ansiedad aumentó el 20 por ciento en los últimos dos años en la Argentina. Se sabe que ese medicamento genera tolerancia (el cuerpo pide más dosis para conseguir el mismo efecto) y dependencia (no se puede dejar de golpe porque gatilla un cuadro de abstinencia). A largo plazo, afecta la memoria.Sin embargo, muchos argentinos consumen el fármaco sin que haya un médico que lo recete. Algunos farmacéuticos se los venden sin recetas e incluso habría médicos que los recetan por intereses personales... Y los laboratorios farmacéuticos "alientan" ventas y demanda. ¿Es tan necesario el consumo del clonazepam?Me quedo con la frase de la psiquiatra y profesora de la Universidad de Buenos Aires, Lía Ricón: "El mundo está complicado. Pero eso no significa que haya que vivir en un torbellino, ser joven, delgado y que ni siquiera se pueda estar triste".
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